El reconocido artista plástico e ilustrador Sebastián Santana Camargo, en su obra literaria "Mañana viene mi tío", con palabras simples y profundos dibujos, expresa una de las problemáticas más dolorosas de la humanidad: La desaparición de personas.

A partir de la promesa de sus padres, el niño vive con la esperanza de que su tío lo venga a visitar al día siguiente. Transcurren los años y esa esperanza no decae a pesar de su vida adulta. El tío nunca aparece.

El 2 de Agosto de 2002, el Congreso de la Nación fijó el 24 de Marzo (Ley 25.633) el día Nacional de la memoria por la verdad y la justicia, fecha establecida a partir del golpe de estado cívico-militar de 1976. Ya en el 2006 se estableció como feriado inamovible (Ley 26.085). Un día de reflexión para recordar a las víctimas, no tan solo de desapariciones de personas, sino también de todas las consecuencias del terrorismo de Estado y la vulneración de derechos hacia la ciudadanía: persecución, censura, apropiación de niños, etc.

Pero fueron las Madres de Plaza de Mayo quienes con gran coraje comenzaron a visibilizar en 1977 la problemática -marcha de los Jueves- con casi ningún apoyo institucional. La Iglesia ausente, los partidos políticos ausentes, la justicia ausente ...

La democracia fue quien condenó a los responsables con el famoso juicio a las Juntas a partir del trabajo inconmensurable de la Conadep. Y fue la misma democracia, quien impulsó el indulto. La manipulación política de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se puso de manifiesto de la mano del populismo, como sí los derechos humanos florecieran de un manifiesto partidario político. La verdad se construye con información; y es en esta fecha donde tenemos que bregar por la misma. De aquí la importancia del abordaje en las instituciones educativas, sin adoctrinamiento político partidario: Un día de reflexión para no caer en la apropiación de la fecha de ningún espacio político.

Sebastián Santana Camargo expresa un mensaje doloroso acerca de los desaparecidos con una esperanza que parece desvanecerse con el tiempo; las abuelas y madres demuestran que algunos nietos siguen apareciendo.