Duhalde y su aviso: ¿Qué quiso decir?

A las pocas horas de sus fuertes palabras, el Ex Presidente Eduardo Duhalde dijo a Infobae: Eduardo Duhalde: "Mi intento de unir a los argentinos a veces me lleva a decir cosas de las que luego me tengo que arrepentir"

El ex mandatario reconoció, al mismo medio, que la prolongación de la cuarentena lo está afectando psicológicamente.

Por su parte Alberto Kohan en "El Cronista" escribió "Es evidente y comprensible que la sorpresiva y extemporánea advertencia del ex presidente Eduardo Duhalde sobre un eventual golpe de Estado en la Argentina suene a un verdadero delirio".

Más adelante, el mismo Kohan señala "pero que haya sido justamente Eduardo Duhalde quien vio a menear la soga en la casa del ahorcado es toda una paradoja, y permite algunas reflexiones sobre el momento actual. El expresidente, conviene recordar, fue uno de los protagonistas centrales en la famosa crisis del 2001/2002 con el estallido de la convertibilidad, que con mecanismos constitucionales y sin militares desfilando por las calles, finalmente reemplazó al gobierno de Fernando de la Rúa".

Vale la pena leer también donde dice: "Aquella movida, que significó también un brusco cambio en el rumbo y la organización política y económica del país, fue muchas veces interpretada como un golpe de Estado blando contra De la Rúa, producto de un acuerdo político entre radicales, peronistas y sectores empresarios después de una crisis socio económica terminal, que lo terminó colocando justamente a Duhalde al frente de los destinos del país".

Quizá, así como en algunos documentos es necesario leer la letra chica, en las declaraciones de Duhalde puede ser necesario dar lugar "al colectivo imaginario" de una amplia mayoría de argentinos que hoy ven un gobierno paralelo encabezado por Cristina.

Vidal reconoció que Juntos por el Cambio se alejó de la gente

Sus expresiones fueron a través de Zoom en un ciclo denominado "Política en vivo: conversaciones para pensar el hoy", con un público mayoritariamente radical.

Justo en tiempos donde se comienza a trabajar en el armado de grupos que prepare terreno para conquistar a un electorado que hoy se muestra no conforme con el cambio elegido, ni tampoco tan de acuerdo con la gestión anterior, Vidal da este paso autocrítico. Un gesto de humildad en un ámbito donde la soberbia pisa fuerte, como lo es el terreno de la política.

Pero eso no fue todo, también la ex gobernadora reconoció errores en el trabajo con los docentes. "El conflicto docente fue innecesariamente largo. Podríamos haber encontrado un mejor camino de diálogo con los sindicatos docentes. Ambos hubiésemos tenido mejores resultados con más consenso y diálogo mutuo".

Más adelante Vidal señaló que, en el debe ha quedado la política carcelaria. Al respecto, indicó "hicimos mejoras, pero no fue suficiente. Es una situación que se vuelve cada vez más difícil. Es un problema histórico y cada vez más grave".

Hizo docencia a través de la pantalla al expresar que "dialogar requiere mucho coraje, mucho más que confrontar. La confrontación es cómoda. Es muy cómodo para hacer política definir a uno como malo y a otro como bueno" y consideró que "dialogar no es someterse, no es consentir", destacando que "los valores, la honestidad y el respeto a las instituciones no se negocian. Uno no deja de ser quien es por dialogar con alguien que piensa distinto", concluyó.

Eduardo Duhalde y María Eugenia Vidal, dos que gobernaron la Provincia de Buenos Aires y con más o menos poder, o influencia, hoy son dos personas con opinión de peso en política. Los tiempos de cada uno parecen distintos y distantes. 

Uno casi retirándose que deja expresiones para debate y también para imaginar. Por otro lado, está quien pretende lograr espacio en una coalición donde se necesita con urgencia, alguien que ocupe el liderazgo y que, a pesar de la derrota en las urnas no ha dejado tan desencantado a un electorado que luego del cambio, aguarda soluciones.

jcantero@elfenixdigital.com