Por Federico Mayol

Pasó lo que tenía que pasar. Las negociaciones subterráneas entre el oficialismo y la oposición bonaerense por la reelección de los intendentes, una prohibición que es rechazada por casi todo el sistema político de la provincia de Buenos Aires, tuvieron este miércoles su máximo nivel de tensión por el comunicado público que María Eugenia Vidal hizo trascender por la tarde con su ratificación a la ley que impulsó en el 2016 junto a Sergio Massa.

Anoche, la cena que Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli y Jorge Macri compartieron con los intendentes Diego Valenzuela, Julio Garro, Néstor Grindetti, Guillermo Montenegro, Martín Yeza y Gustavo Posse, exclusivamente para discutir el tema, estuvo plagada de críticas a la ex gobernadora, cuya posición pública de este miércoles no fue casual: todos los comensales -el jefe de Gobierno trató de hacer equilibrio- la recibieron como un mazazo planificado en medio de las conversaciones muy avanzadas con sus colegas del Frente de Todos.

Martín Insaurralde, el jefe de Gabinete bonaerense en uso de licencia en Lomas de Zamora, es el más activo como principal interlocutor de los intendentes del PRO y la UCR al frente de la movida.

Nadie lo puede blanquear en público, pero la semana entrante, la última del año, se prevé en el oficialismo y en la oposición bonaerense como clave en la búsqueda del atajo legislativo para modificar la ley vigente que limita la reelección de los jefes comunales.

Según pudo saber Clarín, los intendentes de Juntos por el Cambio consensuaron anoche frente a Rodríguez Larreta, socio político de la ex gobernadora, que el senador provincial Juan Pablo Allan, del PRO, presente en estas horas un proyecto que anule el tramo del decreto reglamentario de la ley que le permite a los jefes comunales que pidieron licencia en las últimas semanas volver a presentarse en el 2023. Una iniciativa que además pretenden avalar formalmente este jueves en la mesa del partido provincial.

Es el artilugio legal de la iniciativa impulsada en el 2016 al que acudió una docena de intendentes del Frente de Todos del Gran Buenos Aires, y que contempla que dos años al frente del municipio no contabilizan el mandato. Lo utilizaron desde Insaurralde, Leonardi Nardini y Mariano Cascallares, hasta Juan Zabaleta y Gustavo Menéndez. También Macri, de Vicente López.

Fue, según confiaron fuentes de la oposición, uno de los argumentos que algunos dirigentes le plantearon a Vidal cuando publicó el comunicado que tituló con un "no rotundo" a las reelecciones indefinidas. Le trataron de explicar que ese vericueto plasmado en la ley favorece ahora a los intendentes del PJ que se refugiaron en los gabinetes de Alberto Fernández y de Axel Kicillof, y perjudica a los del PRO y la UCR.

La ex gobernadora no quiere saber nada. Está decidida a defender el proyecto que reglamentó cuando ni el más férreo opositor a su gestión imaginaba que tres años después perdería con holgura frente a Kicillof.

Los intendentes que antes le respondían ahora están furiosos con ella. También con Cristian Ritondo, un dirigente hábil con miles de horas de rosca política encima, y con aspiraciones provinciales, que firmó el comunicado junto a la ex mandataria y un puñado de legisladores.

Según trascendió, Santilli fue, en la comida de este miércoles por la noche, uno de los menos sorprendidos por la jugada del jefe del bloque del PRO en Diputados.

Nadie quiere pagar el costo públicamente, pero por las fuentes consultadas resaltan que, por lo bajo, las negociaciones cruzadas avanzan a paso rápido.

Hasta ahora, el PJ había presentado en la Legislatura una iniciativa para directamente voltear la ley sancionada cinco años atrás. El proyecto del senador Allan subrayaría, a grandes rasgos, que basta con estar solo un día al frente de un municipio o de una banca para que cuente como un mandato entero.

Según remarcaron, en verdad ni el Frente de Todos ni Juntos por el Cambio pretenden acompañar alguno de los dos proyectos. Por el contrario, las negociaciones apuntan a confluir en un texto que voltee el artículo de la ley que tomó al primero de los dos mandatos posibles al comprendido entre el 2015 y el 2019. Es decir, con retroactividad. Buscan habilitar, en ese sentido, a intendentes, legisladores y concejales a volver a presentarse para el período 2023-2027.

"Nosotros tampoco queremos la reelección indefinida, queremos modificar ese aspecto que es injusto", argumentó anoche un intendente opositor mientras volvía de cenar con el jefe de Gobierno porteño. Aseguraba, además, que no les harían falta ni los votos del vidalismo ni los del Frente Renovador para avanzar con la movida que, frente a la opinión pública, incomoda hasta a los más entusiastas.

La semana próxima puede ser medular para las conversaciones entre el FdT y JxC: la sanción del Presupuesto que envió Kicillof a la Legislatura esconde algunos acuerdos vinculados a las reelecciones.

Se esperan horas de extrema tensión: un fin de año decisivo, en especial, para algunos vínculos en la oposición que fueron muy estrechos y que están a punto de quebrarse por completo.