No es nuevo el acontecimiento. Lo nuevo y raro es el escenario y el momento
para utilizar "artillería pesada", donde no es conveniente que se registren
"heridos" debido a la sensibilidad reinante y apremiante, que requiere acuerdos
para calmar a los más apurados en lograr una salida.

No es tranquila la realidad que hoy se nos
presenta a los argentinos.
Vemos en nuestros pueblos una necesidad imperiosa de encontrar una pronta y
segura salida. Se necesita urgente una reactivación de la economía. Para eso hay
que estar con la mente despejada y bien iluminada. No hay espacio para los
pensamientos soberbios ni para ambiciones políticas individuales.

Hoy la ambición debe ser alcanzar acuerdos
cuyos beneficios sean colectivos, abarcando a la mayor cantidad de hombres y
mujeres que están viviendo grandes necesidades. Familias acostumbradas a trabajar, a llevar
con esfuerzo y con orgullo el dinero a sus hogares hoy están viviendo una
situación desesperante y si no hay un acuerdo político nacional, no hay
esperanza de un futuro inmediato positivo.

En las últimas horas
dirigentes de un radicalismo diezmado, cada vez más espectador que
protagonista, junto a líderes del PRO, entonados con la reaparición de Macri en
el escenario político nacional y de la Coalición Cívica, fogoneados por la
verborrágica Elisa Carrió se han
convertido en blanco de los ataques de funcionarios del gobierno nacional y
hasta del propio Jefe de Estado a través de las redes sociales y ante medios
nacionales.

Estar juntos no es estar unidos como Coalición
opositora. UCR-PRO-CC son tres partes juntas pero no unidas. El
oficialismo puede parecer desperdigado, pero a la hora de la verdad, siempre
están codo a codo. Es lo que hace la diferencia y a la vez lo que le da
cierto respaldo a la rebeldía que esgrime al momento de sentarse a conversar o
de negarse a conversar.

Vale destacar que por estas horas, el
oficialismo pareciera tener el gps desactivado, porque el de la confrontación
no es el mejor camino y menos aún el de los agravios. Ni siquiera se les debió escapar el exabrupto de
pedirle al ex presidente "que guarde silencio". Con todos los errores que el
oficialismo le puede tirar sobre su espalda, Macri es el último Presidente
Constitucional. Un ex Jefe de Estado que
conserva voz y poder dentro de la Coalición opositora.

El oficialismo a las pocas horas de lanzar  "poderosos misiles verbales" contra sectores
de la oposición, debió convocarlos a una reunión. Qué esperaban como respuesta? Cómo mínimo el
"humilde llamado" debió ir acompañado de una señal de arrepentimiento por los
dichos que hirieron sentimientos. En la
política del oficialismo no existe arrepentimiento. En la oposición la sumisión
tampoco.

Con la división opositora o debilitamiento como
objetivo inmediato, "armaron dos grupos de oposición". Ala
dura y ala blanda. "Los duros", los dirigentes nacionales y "los blandos"
los intendentes dialoguistas, varios del conurbano que necesitan alivio para la
población de sus terruños.

Este lunes, por ejemplo, el gobernador se mostró
muy amigable con Jorge Macri, Intendente de Vicente López, también con buen
diálogo con Néstor Grindetti, Intendente de Lanús, Julio Garro, intendente de
La Plata (aunque "no es del
mismo palo"), son los que suman a la hora de intentar un acercamiento.

"Estoy de acuerdo con la
posibilidad de tener diálogo y más en este momento; no creo que encerrarnos
cada uno en la nuestra sea bueno. No he charlado con los diputados, pero no hay
ninguna duda que contra este bicho tenemos que estar todos juntos", señaló el Intendente de Lanús.

Poco después agregó "lo
único que nos previene del virus es el aislamiento, pero no podemos seguir en
aislamiento total porque el sector productivo y el comercio están muy mal"
dijo pensando en una solución colectiva.

Habrá que ver cómo transcurren las próximas
horas cuando se sienten
"únicamente" los diputados nacionales de la oposición y el oficialismo, sin
presencia de otros bloques. Al menos ese fue el pedido opositor.

La respuesta del oficialismo, hasta el momento
de escribir esta columna, no había tomado estado público.

Así las cosas en la
política nacional. "Habrá que bajarse
del caballo y desensillar hasta que aclare", algo que la política oficialista
no tiene por costumbre.

 jcantero@elfenixdigital.com