"El término proviene de la palabra "orden", por lo que se refiere a un mandato que ha sido emitido por quien posee la potestad para exigir su cumplimiento. Por ese motivo, el término ordenanza también significa "mandato legal"

"Entre las ordenanzas civiles, principalmente se utiliza el término en la administración local, con la expresión ordenanza municipal. Tales son las dictadas por un ayuntamiento o municipalidad para la gestión de su municipio. Habitualmente las ordenanzas municipales son debatidas y aprobadas por el pleno de su órgano colegiado; aunque en algunos casos pueden emitirse por la autoridad del máximo órgano unipersonal, el alcalde o presidente municipal".

Problema de vieja data

Sin embargo, más allá del subtítulo, pareciera que los problemas de este tipo se les da importancia como "una moda".

En 2007 "la circulación y existencia de perros sueltos en la vía pública" era "problemática". Eso llevó a que a través de la Ordenanza Municipal 3927 "distintos estamentos de esta administración" coincidieran "en la necesidad de dar adecuada respuesta a los numerosos reclamos ciudadanos en tal sentido, propiciando el establecimiento de normas que regulen una convivencia posible estas mascotas, sus propietarios y el resto de la ciudadanía, combatiendo, además, la existencia de los denominados "perros vagabundos".

Obligaciones y castigos

La Ordenanza que nos ocupa, en sus Visto dice: "que... con la intervención de profesionales médicos veterinarios de la Dirección de Salud, de la Secretaría de Gobierno, de Asesoría Legal se ha consensuado un marco regulatorio que, sin limitar sino propiciando la tenencia responsable de estos animales, impone obligaciones y castigos a quienes no observen las normas mínimas de responsabilidad y convivencia comunitaria".

Entre quienes aprobaron en votación nominal hay funcionario y un concejal actual que deben recordarla.

Queda prohibida...

En sus artículos señala: "Constituye objeto de la presente ordenanza la regulación de la permanencia y circulación de perros en la vía pública".

También menciona "queda prohibida, por razones de salubridad y seguridad, la circulación y/o permanencia de perros en la vía pública, sin las previsiones de la presente norma".

Entre lo que obliga a cumplirse...

Allí se ve en los incisos del artículo 3ro. Que los perros deben circular con una persona, sujeto con una correa o similar, que no debe ocasionar molestias a las personas o daños a las cosas, espacios públicos y medio natural.

También que "el animal podrá portar una chapa identificatoria, la que será otorgada por el municipio en forma gratuita, a solicitud del interesado responsable, y más adelante, señala "debiendo asimismo establecerse la creación de un registro que asiente los datos identificatorios y sanitarios de los canes registrados.

"En caso de no cumplirse algunas de las condiciones... el animal podrá ser capturado y retirado de la vía pública por agentes del municipio y trasladado a la "guardería de perros municipal".

Agregando luego que "cualquier ciudadano podrá requerir la intervención municipal para la captura de estos animales cuando observe la existencia de perros vagabundos y/o perros en la vía pública".

Con eso sobra...

A lo que se está viviendo por estos días con los perros, vale separar que ellos "ocasionan un problema", no se niega, pero el origen es "el abandono" y este, a la vez, es permitido por quienes no hacen cumplir una ordenanza vigente.

Sin el cumplimiento de la misma, hecha con aciertos y errores y también con algunas partes desactualizadas, no hay ordenanza que valga. Por lo tanto, aquello del "orden" que da origen a la misma, es imposible de alcanzar.

¿Cuál es el problema?

Guste o no, el problema es que no se cumple con lo que se plasmó en algo pensado para dar solución a "la circulación y existencia de perros sueltos en la vía pública", que, desde hace 13 años se menciona como "problemática".

Resurgimiento del problema

Si bien todo esto surgió a partir de un hecho lamentable ocurrido a finales de 2020, el problema lo generan los perros, pero los responsables, quiérase o no, no son ellos, sino la permisividad y la falta de responsabilidad de quienes deben bregar cada día por el cumplimiento de las normas vigentes a nivel comunitario.

La solución no es matar...

El fin de semana ante la cadena interminable de envenenamiento de perros, en planta urbana y en quintas, incluso en espacios privados, llevó a que un buen número de vecinos salga a la calle (en este caso a Plaza Independencia) para pedir el cese de la matanza canina y una investigación que no se quiere iniciar.

Vale destacar que mientras los vecinos y vecinas estaban en la plaza, los envenenamientos seguían su curso en otros lugares de la ciudad.

Sin embargo, ellos para su asombro, estaban siendo fotografiados por personal policial sin saber cuál era el fin de eso, lamento que mientras se tomaban fotos de ellos los "envenenadores" circulaban sin vigilancia por las calles de la ciudad.

Lamentamos mucho todo lo ocurrido con el tema perros.Pero más lamentamos que, así como vamos, se ve lejos la investigación de un hecho más que "nos mancha a todos los juarenses" como potenciales responsables de la muerte de mascotas.

Lamentable conclusión

Pasaron 13 años de la sanción de aquella ordenanza. Hoy se dice que contiene errores y sí, sin dudas. Pero no podemos ignorar ni marginar que el principal error recae sobre la dirigencia política: De un lado no hubo ni capacidad ni ganas para llevar al cumplimiento de la norma y por otro tampoco existió quien refresque la memoria y reclame su cumplimiento.

De haberse hecho cumplir tendríamos a la docente entre nosotros y más de 60 perros encerrados y bien cuidados.

jcantero@elfenixdigital.com