Como estaba anunciado en el salón de conferencias de Lipolcc se abordó un tema intrigante como son las experiencias cercanas a la muerte o ECM. A lo largo de su disertación el Dr. David Aguirre explicó a una audiencia que siguió atentamente, los orígenes de estas experiencias que no son nuevas, sino que se remontan a nuestros antepasados. Dio los puntos de vista de las distintas culturas, la opinión de los científicos, de los psicólogos y psiquiatras, como lo ven los materialistas y los espiritualistas, las circunstancias que podrían inducir a una ECM, como el consumo de drogas, el aislamiento, la depresión, la inducción con medicamentos usados precisamente para recuperar a una persona con un paro cardíaco, el consumo voluntario de mescalina o ayahuasca cuyos efectos son similares pero no iguales a "una muerte con retorno a la vida".

En las conclusiones finales Aguirre invitó a no tener miedo a la muerte sino a pensarla como el ingreso a un estadío mejor, sostuvo que pase a tener un electro plano y clínicamente muerto, el ser humano conservaría en el tronco del cerebro una actividad posterior donde estaría registrado ese "paso" a otra dimensión. En ese sentido invitó a los profesionales a aceptar esa posibilidad "no es insoslayable que la búsqueda de la verdad sobre la vida y la muerte y la práctica de la curación son inseparables. Es hora que nosotros los médicos y los científicos incorporemos esta experiencia porque es parte de la vida. "Aprender a morir, es aprender a vivir", dijo y remarcó que proponía con esta charla "un cambio de actitud hacia la muerte".

Un testimonio en primera persona

Para cerrar la conferencia, Aguirre invitó a formularle preguntas. Fue en ese momento que el vecino Juan Carlos Storti pidió permiso para contar su experiencia allá por el 2010 y lo que ocurrió a continuación fue sumamente atrapante y emotivo. Storti comentó que a raíz de sufrir un problema cardíaco que comenzó en su casa y prosiguió en la guardia del hospital donde fue atendido en principio por el Dr. Minola (fallecido posteriormente en un accidente). Dijo, "me pusieron en una camilla para hacerme un electrocardiograma y fue entonces que el cuerpo mío saltó para arriba. Estaban los doctores Figueroa y Minola. Mi cuerpo comenzó a flotar, pasé por una parte que parecía un tejido y lleno de gente que nunca había visto y contenta que yo pasara por ahí". Me preguntaba ¿quién soy yo, porque iba flotando"

Continuó Storti- "entré en un túnel negro y seguí por él hasta encontrarme con esa belleza que es la luz. Avancé porque quería llegar al final porque allí había como una imagen luminosa. Más a mi derecha había como tres personas brillosas con pelo largo y plateado que me señalaban que debía volver. Entonces, mi cuerpo comenzó a retornar y yo no quería, había una paz, una tranquilidad, pero comencé a volver hasta que llegué a la sala de guardia y aparecí en mi cuerpo junto a los médicos" contó Storti y reiteró que "no quería retornar" de donde había llegado. Algo que durante la exposición Aguirre había reiterado que cuentan quienes pasaron por esta experiencia: "la paz, la luz y un estado de tranquilidad y felicidad imposible de describir". Con este emotivo testimonio se dio por concluida la charla y quedaron los comentarios entre los asistentes y una pregunta flotando en el ambiente ¿hay vida después de la muerte?....

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