Quienes no están de acuerdo con la gestión de gobierno local, seguramente fueron los que aumentaron los

números de Juárez Renace o de los candidatos de Juntos y, entre ellos eligieron a quien creyeron que mejor los representaba.

Otros quizá, confían en el actual intendente y su gente de Unión por Todos, para que, en los próximos 4

años, sigan haciendo de Benito Juárez un distrito próspero, de crecimiento permanente y con grandes objetivos, hasta convertirlo en orgullo de la región. Ni más ni menos que un gran y justo deseo del Intendente Marini.

Si lo logra o no, solo el futuro lo responderá, pero la idea de la gran ciudad no es mala.

Por otra parte, es tarea de la oposición, hoy representada por Juárez Renace y la alianza Juntos compuesta

por el MID, Coalición Cívica, Agrupación 28 de Octubre y UCR, presentar las mejores propuestas, proyectos realizables que lleguen y convenzan a los juarenses de que estamos ante políticos con ganas de hacer y dar respuesta a las necesidades más grandes que hoy se palpan en el Distrito.

Lo que sigue en el ámbito nacional, ¿cómo será?

Ya casi llegando a una semana de concluido el último acto eleccionario donde el pueblo decidió el resultado conocido, comienza a encaminarse el rumbo hacia las elecciones de octubre. No largamos de la mejor manera, por algunas fuertes declaraciones que se expresaron.

Estamos a tiempo. Se puede cambiar el rumbo. Además, es necesario cambiarlo. No es por ahí que debemos seguir.

Cualquiera sea el resultado que se registre en octubre habrá que sentarse a dialogar entre oficialismo y oposición para sacar el país adelante.

Obviamente, eso es a nivel nacional. Sabemos que, a nivel local, si las urnas no dicen lo contrario, acá seguirá todo igual. Un poco se parece a la canción de Shakira: "ciego, sordo...". Hablar siempre, al menos comunican.

Está perfecto. Y al fin de cuentas eso elige la mayoría. En democracia si no se está de acuerdo con algo... "ármate un partido y gana" (algo así).

Volviendo al tema del diálogo...

No hay que caer en las agresiones verbales, en acusaciones y en palabras que después no se puedan sostener o generen cierta incomodidad, no tanto para el destinatario, sino para el emisor.

Es conocida la verborragia de Milei, pero ya en la recta final y sabiéndose con posibilidades claras de ser cabeza de un futuro gobierno, no debería excederse en adjetivos descalificativos, menos en aquellos que no solo generan rechazo, sino también división. No es necesario agrandar la grieta. Todo lo contrario.

El acto eleccionario de octubre, trae consigo la posibilidad de una renovación dirigencial y también en las formas de hacer política. Claro está que, desde nuestro lugar de ciudadanos comunes, debemos aportar lo nuestro que es el voto.

Lo lamentable es que casi de inmediato, quien más tranquilo debería estar frente al resultado alentador y prometedor que logró en las urnas, comenzó a descalificar a quien lo sigue de cerca en cuanto a votos. Es lamentable porque la agresión, así sea verbal, nunca soluciona nada.

En el ámbito local...

Por aquí es necesario que se respete la voluntad popular y que ningún lobo se vista de corderito, solo con el objetivo de sumar votos. Si se cambia el traje, que lo lleve con la convicción de haber hallado el verdadero camino que se debe transitar.

Hay muchos votos "descoloridos" que para octubre en la oposición unos querrán pintar de verde y otros multicolor.

Deberán trabajar para lograrlo. No es imposible. Tampoco para el oficialismo

afirmarse en un amplio resultado favorable. Debemos aprender que en democracia la mejor forma de buscar la solución a los problemas es a través del voto. La búsqueda de solución debería estar acompañada por el diálogo entre partes que pretenden lo mejor para Juárez como ciudad y para los juarenses como habitantes. Siempre un gran proyecto trae más orgullo para todos cuando es mínimo lo que queda por mejorar de cara al futuro y eso se logra con diálogo e intercambio de ideas.

Hay cerca de 1500 votantes para motivarlos a que elijan y en caso de no lograrlo, bien vale que los partidos involucrados en esta contienda, "se autoanalicen" para tratar de hallar la respuesta al por qué

de esa desaprobación. Ese número de votos en blanco representa casi el 12% de los sufragios emitidos.

En elecciones pasadas el oficialismo actual fue claro ganador y con un elevado porcentaje de diferencia

sobre Juntos. En 2023 surgió Juárez Renace como una tercera fuerza que al cabo de las PASO se convirtió en "rival directo". Lo que más llama la atención son los números del oficialismo: en

2019 Marini consiguió el 62,77% de los votos y el domingo 13 su porcentaje descendió al 36 y fracción.

¿Será que Juárez Renace divide el voto del peronismo y le complica los números al oficialismo?

Habrá que esperar hasta el 22 de octubre para saber qué dicen las urnas. Mucho dependerá de la estrategia

del Intendente y de cuánto está decidido a invertir para ganar.

jcantero@elfenixdigital.com