Y un día Bruno llegó a Ushuaia. Un viaje lleno de sensaciones y encuentros mágicos lo depositó en el objetivo que se había planteado. "No puedo creer de estar acá, representando a Juárez. Artísticamente es lo mejor que me pudo pasar. Estar en el fin del mundo y que La Andariega diga Benito Juárez y que pueda hacer magia acá, es la frutilla del postre" afirmó.

Hablando con Pablo, un amigo, que le decía "hay que venir hasta acá para darse cuenta del viaje y tiene razón. Llevo recorridos 3.500 kilómetros y más de lo que es el viaje en sí porque me he metido en lugares impresionantes. Hice toda la ruta 1 con 230 kilómetros de ripio marchando a 20 kilómetros de velocidad, me metí en el Parque Nacional Monte León" dijo y agregó "anduve en cada lugar, pero bueno hice de todo para llegar acá, estoy muy emocionado todavía" relata Bruno que deja traslucir su emoción a través de la línea telefónica. Lo esperan más momentos mágicos que prometió compartir con El Fénix.

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