El 3 de noviembre se celebró el día internacional del joyero relojero. El origen de la celebración es en conmemoración a Benvenutto Cellini, uno de los orfebres más destacados del Renacimiento italiano, quien nació en esa misma fecha en 1500. A nivel local, Casa Stramazzo es el negocio que ha llevado a cabo esta actividad a través de los años. Tanto Carlos como Walter nos aclaran que están mucho mas dedicados a la relojería.

Carlos: "Los creadores de este negocio fueron mi padre Enrique y dos hermanos (Alberto y Federico), la familia era muy numerosa y estaba compuesta por 16 personas. Tanto Alberto como Federico eran profesionales en joyería, nosotros siempre estuvimos más cerca de relojería. Para trabajar con joyas hay que estar siempre al lado de la persona que trabaja para ver los pormenores, lo que no se puede aprender de los libros. Me hubiese gustado mucho aprender joyería. Mi padre a diferencia de mis tíos, se encargaba mucho más del tema ventas en varias ciudades, no tanto del oficio"

El Trust Joyero

Padre e hijo nos cuentan que algunas personas los conocen actualmente como el Trust Joyero (Tru joyero en criollo). Pero el local juarense mantuvo durante toda su historia el nombre de Casa Stramazzo. La confusión deriva en que la familia en algún momento de su historia tuvo la concesión por 12 años para la venta de la famosa casa de Buenos Aires El Trust Joyero Relojero.

Carlos "El Trust Joyero estaba en la intersección de Avenida Corrientes con la Avenida 9 de Julio (Buenos Aires), frente al Obelisco, junto a otro local famoso llamado Casa Escasany. Estuvimos ligados a ellos en representación"

Walter "Incluso hoy la gente sigue llamando a Casa Stamazzo el Trust Joyero. Fue una de las joyerías mas grandes de Argentina. Había muchas sucursales como la de Tandil, Tres Arroyos. Obviamente cuando la empresa grande de capital cerró el acercamiento hacia ellos terminó."

Como llegó Carlos a dirigir la relojería

Carlos "En 1971 el local llega a mis manos. Mi padre en ese momento tenia 3 negocios. Uno de ellos ubicado donde está actualmente Naldo Lombardi, que vendía Siam Di Tella. Al tener esos tres locales no quiso en principio que yo fuera dueño, porque antes de dirigir tenía que aprender a obedecer y a limpiar un vidrio. Con 13 años me llevó a Zapatería Oriente de Julio Reyes (un gran maestro para mí). Le preguntó cuanto le debía pagar para que me tuviese ahí. Mi padre me dijo "vos no podés mandar un negocio, ni tener gente a cargo si no aprendes a lavar un vidrio y a obedecer órdenes". Julio Reyes me enseñó el trato con la gente hasta que mi padre me vió preparado para dejarme el negocio. Hice el servicio militar y a los 22 años, cuando volví ya estaba preparado para empezar a administrar la relojería."

La importancia del trato con el cliente y las enseñanzas de Enrique

"Es muy importante para mí el trato con el cliente. Es algo que me enseñó mi padre y yo mismo se lo transmití a Walter. Mi padre siempre nos enseñaba que una persona que salía ofendida del negocio no regresaba. Hay que hacerse cargo de la situación, cuando un cliente tiene problemas con un artículo que nos compró. No es lo mismo la vida de ciudad que la vida de un pueblo. Acá vos levantas todos los días la persiana, y si le vendiste a alguien un reloj, es persona viene a vos. Nosotros siempre le buscamos la solución. Mi padre nos enseñó la esencia del trabajo: Ser una buena persona, y mantener el nombre de la familia que para nosotros es muy importante"

El negocio de la relojería hacia lo digital y los nuevos desafíos

Carlos "Actualmente sigo trabajando, aunque estoy jubilado. Pero le dejé el local a mi hijo Walter. Lamentablemente me siento superado por la tecnología. Si, estoy capacitado para atender el local y ayudar con los relojes que puedo arreglar."

Walter "En relojería, no estoy tan familiarizado con la parte mecánica de los relojes clásicos, si mi papá. Estoy más abocado a la parte digital. El negocio claramente ha avanzado con el paso de los años. Ahora cambió de nuevo con la llegada de los relojes inteligentes (Smart Watch). Eso directamente no los podés arreglar por la falta de repuestos. Desgraciadamente no contamos con la aparatología y la estructura para darle una respuesta al cliente. Acá se nos presenta un problema importante, porque te mata decirle al cliente que tenés que llevar el Smart Watch a la casa de origen, por ejemplo, si se te rompe la pantalla. La gran mayoría de estos nuevos dispositivos están blindados (no se pueden abrir), y una vez que fallan van al descarte. Además se entrecruzan profesiones con la del relojero clásico, y también un valor muy importante de antaño en este negocio: Te comprabas un reloj y te duraba capaz unos 30 años."

Transferencia desde el oficio de relojero hacia la vida diaria

Le preguntamos a Carlos, si las características del oficio de reparar relojes, como precisión, prolijidad, minuciosidad, con el tiempo, además de predominar en su actividad se expandieron hacia el área de la vida diaria.

Carlos "Yo soy un fanático de que mi camioneta este reluciente. Llueve y le lavo las ruedas, a ese extremo llego (risas). Una cosa trae la otra: Soy muy prolijo en todo lo que hago, tengo una mujer que me acompaña desde hace 50 años, como un reloj (risas). También en mis relaciones personales sucede lo mismo. Tengo muchos amigos y clientes. Me debo a la gente de Juárez y les agradezco toda la confianza que siempre depositaron en nosotros, por ejemplo, cuando nos confían un objeto de mucho valor. Soy muy cuidadoso"

Próxima edición impresa de El Fénix: Los Stramazzo y los medios de comunicación. Historia de la Mítica e histórica SH1, propaladora juarense.

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