Pero un buen día, desde el lugar menos imaginado para que surja una lección ejemplar, el Senador Esteban Bullrich, presentó su renuncia al Senado de la Nación a raíz de que ELA (tal como se conoce por sus siglas la Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa que provoca parálisis muscular, lo llevó a tomar la decisión. No solo fue ejemplar por la decisión, sino por la entereza con la que enfrentó a sus pares y ayudado por una herramienta de voz que traduce sus mensajes se expresó por última vez como legislador nacional.

A partir de ahí su estado de salud fue desmejorando notoriamente y a la par de algo tan lamentable, fue mejorando el concepto que nos vamos formando los argentinos sin ideología política entremedio. Esteban Bullrich sigue interesado en darnos ejemplos de acciones que se deben adoptar como una forma de hacer política que beneficie al conjunto de los argentinos, dejando el egoísmo y los intereses personales de lado. La ambición debe ser sana y beneficiosa para todos.

Estamos viendo en Esteban Bullrich a un ser humano extraordinario. No abundan las personas que atacadas por una enfermedad piensan en el prójimo y en su país. "El Flaco" lo está haciendo rodeado y fortalecido por el amor de su familia, el acompañamiento de sus amistades y respaldado por tecnología de primer nivel que lo está ayudando a convertir en mensajes muy fuertes, firmes y con convicción a cada una de sus palabras.

Así fue que en las últimas horas un amplio "frente" político nacional se trasladó a San Nicolás de los Arroyos, lugar de residencia de Esteban Bullrich donde recibirían personalmente una propuesta con 12 puntos muy importantes para alcanzar el tan mentado acuerdo nacional.

No es poco lo que se dice acerca de un acuerdo nacional para sacar definitivamente al país adelante, pero proyectos personales ambiciosos y distorsivos alejan la política del principal propósito de su existencia que es impactar positivamente la calidad de vida en general de quienes habitamos el territorio nacional y también la competitividad del país fronteras afuera, entre otras cuestiones. Hoy con ese objetivo es poco lo que se hace. Esteban Bullrich trabajó y es necesario que su ejemplar trabajo no sea en vano.

Su esfuerzo y dedicación es realmente enorme por su estado de salud y el objetivo fijado es donde se debería poner la atención en forma urgente. El lo entendió. Trabajó y le entregó los 12 puntos que deberán profundizar y acordar los dirigentes políticos que realmente estén interesados en salvar al país.

Poder se puede. Esteban Bullrich lo demostró. Querer, se debe y se puede. La respuesta la tienen los partidos políticos, si no hacen nada, una vez más habremos comprobado que son pura cháchara, diría Vicente Leónidas Saadi.

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