Incluser es una empresa social, de catering, creada con el objetivo de contribuir a la inserción laboral de trabajadores con discapacidad intelectual de la ciudad de Bahía Blanca, con miras a expandirse a diferentes localidades. Su staff de mozos/as está integrado por trabajadores con discapacidad intelectual. No solo ofrecen catering para eventos, sino también Cofee Break, desayuno saludable, y también pizzas. Actualmente son contratados también en congresos desde las universidades.

Hablamos con Carolina Bostal, encargada de Difusión y Ventas, de Incluser.

Surgimiento de Incluser

"La idea fue de dos voluntarias. Yo trabajo en Integrar, que es la Asociación de Padres con Síndrome de Down de la ciudad de Bahía blanca, la cual ya lleva más de 25 años de trayectoria, promoviendo proyectos e impulsando cuestiones que tienen que ver con la inclusión de personas con discapacidad. Uno de los proyectos que se realizó en el marco de voluntariado de la Universidad Nacional del sur, Incluía cursos de formación laboral para las personas con discapacidad intelectual: uno de ellos era capacitar a los chicos como mozos de eventos.

Una vez terminado el proyecto... Empresas no deseaban tomar gente con discapacidad

"Una vez terminado el curso, parte del proyecto era armar un equipo de colaboradores que pueda entrevistar para las empresas, a chicos con la mencionada discapacidad, para que puedan acceder a opciones laborales genuinas. Nos pateamos toda la ciudad y fue imposible que alguien se interesara. Es entonces cuando se acercaron a INTEGRAR, con el proyecto y creamos Incluser, con el formato de empresa social: funciona como cualquier otra empresa pero en lugar de tener un fin de lucro, el objetivo primero es generar oportunidades laborales para gente con discapacidad."

Falta de figura fiscal para Inlcuser

"La idea, es que en un futuro cercano podamos tener la figura de empresa, pero todavía no podemos ya que el espacio no ha sido homologado aún. No existen figuras fiscales que acompañen este trabajo. Los chicos requieren una capacitación continua, semanal. Necesitamos el acompañamiento profesional de un terapista, alguien que sepa, que nos oriente para coordinar los equipos de trabajo. Son todas inversiones, las cuales necesitan de una ley que nos apoye, reduciendo impuestos, por ejemplo. Nuestro recurso humano es más demandante."

Un gran crecimiento en poco tiempo

"Hemos crecido mucho en poco tiempo. Nos llaman desde muchos lados. Comenzamos con el catering, pero ahora hay universidades que piden nuestro servicio para los congresos. Ahí ofrecemos Cofee Break. La gente queda encantada con el servicio que brindan los chicos: la calidez, entrega, y por supuesto también la profesionalidad a la hora de realizar el trabajo. Ha tenido un impacto muy positivo en la ciudad."

Un rubro ideal para visibilizar a los chicos.

"Es un rubro en el que la discapacidad tiene una visibilización súper positiva, porque a veces la patología o el diagnóstico es un límite: nosotros vemos una persona con Síndrome de Down y no nos damos cuenta que detrás de esas discapacidades hay muchas capacidades y cosas que pueden hacer. El tema de los eventos nos pareció una oportunidad muy linda para poder visibilizar esto."

La recepción de la gente

"La gente nos ha sorprendido, porque tiene una aceptación súper acogedora. Incluso nos ha tocado atender eventos nacionales, que han venido gente de todo el país, y todo el mundo se queda maravillado con la atención de los chicos. A veces, tiene que ver con este prejuicio, de que nos los creemos del todo capaces, entonces nos terminan sorprendiendo. Porque los vemos hacer los trabajos de manera tan eficaz que no deja de sorprendernos."

Otra de las integrantes de Incluser, Fiorela Caffaro, encargada de Administración y Gestión, nos cuenta de su experiencia personal en este emprendimiento social.

"El reconocimiento de la gente a los chicos fue un camino, yo misma fui derribando mis propias barreras y prejuicios con respecto a la discapacidad intelectual. Fue una experiencia positiva, tanto para nosotras como para la gente que nos fue contratando. Porque muchas veces en los espacios para personas con discapacidad solo están ellos compartiendo entre sí. Faltan espacios, para interactuar todos dentro la diversidad que somos. Lo mejor fue que las familias de los chicos estaban encantadas, ya que muchas veces ellos tienen sus propios prejuicios, de lo que cada uno puede hacer"

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