Mirta Cimadamore (55) y Omar Armas (70) dormían en su habitación, en un chalé de Ranchos, cuando Juanita, su perra Jack Russell Terrier, entró ladrando enloquecida. Entonces supieron que algo andaba mal y lo confirmaron segundos más tarde, ya que aparecieron tres hombres vestidos de negro, con camperas, capuchas y tapabocas.

Los intrusos dijeron primero que los estaba "corriendo la Policía" y, también, que buscaban a una persona, aunque enseguida revelaron sus verdaderas intenciones: "Vieja, ¿dónde tenés el canuto? Porque si no tenés plata, ¿cómo hiciste esta casa?", le advirtió el más a joven a la mujer.

Todo ocurrió este jueves, de madrugada, en Ameghino al 2200. Fue 48 horas después de otro hecho de características idénticas, que llamó la atención de los vecinos de Ranchos -el pueblo al que engrandeció José Luis "Tata" Brown con la gloria mundialista de México 1986-, en el partido de General Paz, a 85 kilómetros de La Plata y a 120 de Buenos Aires.

La localidad había quedado revolucionada poco antes debido a un episodio insólito que se viralizó en redes sociales, chats de WhatsApp y medios de comunicación: un ñandú se escapó de una quinta y atropelló a una ciclista, mientras un perro negro lo perseguía en una loca carrera por las calles rancheras.

La insólita persecución de un perro negro a un ñandú por las calles de Ranchos.

Del primer asalto, ocurrido en la calle 73 al 4000, no hubo mayores detalles ya que la víctima, un empresario metalúrgico que estaba durmiendo de madrugada con su esposa y su hijo chiquito, terminó muy asustado y golpeado. A tal punto que, según los rumores, decidió mudarse.

Del segundo golpe se supo absolutamente todo porque la pareja de productores lecheros decidió contar la pesadilla que atravesó. Los ladrones estuvieron en la casa desde las 2.15 hasta las 4. Para ingresar, barretearon la ventana de un dormitorio tras irrumpir al terreno por un tejido perimetral.

El más joven era el único que utilizaba un lenguaje diferente. "Eh perro", le decía a un cómplice. Según comentó Cimadamore a Clarín, primero los obligaron a quedarse sentados en la cama matrimonial. "A mi marido lo tenían tapado con una sábana", indicó.

"¡Dame la guita, necesito la guita!", exigió uno de los asaltantes. Entonces decidieron llevar al hombre al baño y, luego, a la cocina. Además de pegarle, enchufaron una plancha a la corriente eléctrica y lo quemaron en los brazos y las piernas.

La plancha, enchufada en el baño. La usaron para torturar a la pareja.

A esa altura, los dueños de casa les habían dado algo de dinero. "¡Nos quieren arreglar con 9.000 pesos!", se quejaban los agresores, que se encargaron de sacar la caja donde estaban las filmaciones de las cámaras de seguridad para que no quedara evidencia.

Después los ladrones calentaron una cuchilla en la hornalla y subieron otra vez al dormitorio. "Vieja, te corto los dedos si no me das la guita", amenazaron a la mujer.

Finalmente, la pareja les dio 22.000 dólares que habían ahorrado para pagar la cuota de un tractor John Deere que habían comprado en la Expoagro. "Viste vieja mentirosa que tenías plata", señaló otro delincuente tras castigarla con un rebenque.

Los ladrones revolvieron todo en busca de dinero.

A ella también la torturaron con la plancha caliente en el brazo izquierdo. Mientras tanto, les seguían exigiendo más "plata" y lo argumentaban con frases como "¿Por qué tenés tres camionetas si no?" y otras para amedrentarlos como "Te voy a matar a la perra".

Los ladrones se llevaron un suculento botín: 22.000 dólares, unos 20.000 pesos, un teléfono celular (el de la mujer lo dejaron olvidado), una escopeta Ithaca 12/70, una carabina, tres alianzas de oro y tres pares de zapatillas nuevas, importadas.

Así quedó el productor lechero Omar Armas (70), con las marcas de las torturas que le hicieron con una plancha caliente y una cuchilla en las dos piernas.

"Ranchos ya dejó de ser lo que era, un pueblo tranquilo. Yo soy una productora tambera muy chica, ando con las botas de goma de enero a diciembre y no hay derecho a que pase esto", se quejó Cimadamore.

Según señaló, la Policía les dijo que "fuimos entregados", aunque apuntó que "es llamativo" que se hayan cometido dos asaltos con 48 horas de diferencia.

Tras los dos robos y una protesta que congregó a decenas de personas el jueves a la tarde-noche en la puerta de la comisaría local, las autoridades anunciaron un refuerzo de la seguridad con la presencia de grupos especiales de la Policía.

Protesta frente a la comisaría en Ranchos por la inseguridad. Captura de video