Los últimos años en Argentina se han caracterizado por el reconocimiento de derechos para y por la diversidad sexual, a través de normativas nacionales como la Ley de Identidad de Género, Matrimonio Igualitario, Ley de Educación Sexual Integral, OIT: Concepto de Trabajo Decente. Aunque de la normativa a la aplicación práctica, aún hay una distancia enorme, en parte, debido a ciertas resistencias basadas en los prejuicios sin demasiado fundamento, más que el de mantener un orden ya cada vez más fuera de vigencia, pero todavía con empuje.

Sin embargo, esta resistencia a los "nuevos" géneros se ve con más fuerza en poblaciones pequeñas, como la nuestra, donde todo el mundo se conoce, y por solo el hecho de ser una persona trans, deja una marca, y estigma social casi imposible de borrar, afectando en todas las áreas de la vida: sobe todo la laboral, "Es el precio a pagar por ser una misma, y no una reprimida" nos dirá con una sonrisa.

Infancia

"De chico estuve en el campo, trabajando con mi papá con los tractores, hasta los 17 años. Tiene equipo de chacra, todas esas cosas y trabajaba con él. En ese tiempo iba y venía del campo continuamente. Me tendrías que haber visto con gorra vasca. Era re paisana antes. Hice la secundaria en la Escuela Técnica, dejé en noveno."

Descubrir y dar a conocer la femineidad

"Siempre me sentí mujer, siento que siempre lo fui, pero no me sentía, así como me pasa ahora. A los 17 abrí la mente, me decidí, no me importo más nada. Cuando yo tomé la decisión de convertirme en trans me vine para el pueblo. En el campo ya tenía ese pensamiento claro que no me gustaban las mujeres. Ya tengo el documento femenino hace 5 años. Pasé a ser Agustín a Agustina Airoldi. Cuando di el paso, Agustín quedó a un lado y empecé a ser quien realmente quería ser"

Relación con la familia

"En cuanto a mi familia tengo buena relación con mi papá, vivo al lado de la casa de él. Nunca me dijo nada ni se mete en mi vida. Pero con mi mama es más complicado, no me hablo con ella desde hace 16 años. Decidí comunicárselos de un día para el otro. La noche anterior estaba con unas amigas de toda la vida en El Plaza y me vestí de mujer. Sali así y al otro día ya estaba. Mi mamá me vio y me ve hoy en día. Me dijo que si agarraba este camino, que me olvide de ella para siempre. Entonces pegué media vuelta y me fui. Ahora no tengo interés en hablar con ella. Nunca estuvo, ahora menos. Vivo mi vida feliz. Yo no me hago ni cargo, porque si no, no puedo vivir "

Pensamientos sobre la sociedad de Juárez

"Este es un pueblo muy machista. Siento que la sociedad de Juárez me bastardeó siempre. Hay de todo acá. Todo el mundo habla y se ríe de mí, pero después varios me escriben y quieren algo (risas). La mayoría casados. Benito Juárez es una sociedad con doble discurso, muy hipócrita. Acá hay banda de señores casados, que son como yo, pero reprimidos; está lleno. Lo que se burlan tienen algo en su interior, que les hace ruido."

Siendo el centro de las miradas

"Acá en Juárez hay muchos trans. Pero yo siempre estoy a la moda. Llega un momento que me canso, pero siempre soy top. Todo el día siendo el comentario y el centro de las miradas. Disfruto la atención, ahí soy yo la figura. Donde vaya, incluso cuando salgo afuera, me ven y soy el centro. Es así. Pero me cansa un poco ya."

El deporte como modo de vida

"El futbol antes no me gustaba ni medio. Pero un día estaba en mi casa, y va una amiga a buscarme en moto y me dice vamos a jugar a la pelota. Al principio me resistí por ser trans. Pensé que no me iban a dejar jugar. Ahí ya tenía el documento. Empecé a entrenar duro. Competí en un campeonato y me encantó. Y me hice un equipo de fútbol 5 para mí. Se llama Las Divinas. Y juego para Tandil con "Las Mamis". Ahora el 7 jugamos un torneo. Me cambió mucho la vida, aunque me dejó más expuesta. El deporte me encanta. Soy muy competitiva, aunque no bardeo si pierdo. Yo pongo todo en la cancha, aunque sea un amistoso o un campeonato. Acá en Juárez muchos se han quejado porque juego en el equipo femenino, pero porque son envidiosas. En Tandil jamás tuve un problema, hay muchos trans allá que compiten. Yo no juego wow, pero te corro todo, si me tiras una pelota larga, me voy contra la arquera y no me agarras más. Por suerte gane miles de torneos, sobre todo en Chillar"

Reflexión final

"Si hay alguna persona que le está pasando que no se anima a salir del closet, le digo que no es feliz, porque se está reprimiéndose. Pone huevos y liberate. Si sos así no vas a andar fingiendo, y viviendo mal. Estoy curada de espanto, nada me molesta. Estoy feliz. Vivo sola, tengo casa, nadie me jode. Y novios no me faltan (risas)."

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