Presentación y primeros años.

"Nací en Laprida y a pesar de que estuve en otras ciudades, no niego mi origen, sigo siendo lapridense. Siempre digo, en tono de broma, que, si tuviera la plata de Tinelli, Laprida seria otra cosa. A menudo, en Juárez, recibo, seguido, invitaciones para volver a Laprida (risas), no sé porque será. "

"Haciendo historia de mi gira, estuve en muchos lugares. Y lo que rescato, en general, es la experiencia que coseché y que hoy traigo conmigo. Mi primera salida tiene que ver con mi origen. Mi familia era normal, con la salvedad que, al fallecer mi madre, yo tenía un año y 8 meses. Entonces mis abuelos paternos me llevaron con ellos al campo. Como todos los chicos criados por abuelos vivimos de una manera distinta, en este caso fue positivo. Pero mi abuela no era mi abuela, sino mi mamá. Se me enredaba con mi abuelo, porque él me criaba como un padre, pero yo ya tenía a mi papá, y lo veía seguido, iba al campo a visitarme. Se me complicaba un poco."

Saliendo de Laprida y vuelta a la ciudad: inundaciones.

Las primeras salidas fueron de grande. A los 18 me fui de casa. Terminé en Ezeiza, con una prima. Ella debe pensar que me olvidé de mi paso por ahí, pero no es así. Me fui a pasear allá varios meses. Trabajé con un primo en una fábrica de muebles y tuve mi primer contacto con la madera. Aprendí muchas cosas, como a lustrar, armar muebles. Después llegó la inundación de los 80, me vine a Laprida a visitar familiares, y me encontré con una ciudad inundada, había mucha tristeza, era muy fea la situación. Entonces pensé que, si pasaba algo feo como esto, iba a perder a mis seres queridos. Entonces decidí volver a mi ciudad. Esa experiencia me marco mucho, porque hice relación con gente desconocida, aprendí mucho sobre emergencias, problemas graves donde había que ser solidario. Vi trabajando a los bomberos, que fueron a rescatar a una familia que los estaba tapando el agua y no tenían comunicación, ya que, estaba rodeada por dos canales. Me gustó ver a los bomberos trabajar, tanto que, una vez que todo se calmó, fui al cuartel, me anoté y me hice bombero. Estuve con ellos durante 5 años. La experiencia que hice en ese lugar me formó mucho como persona."

Corresponsalías desde su ciudad.

"Más adelante surgió la posibilidad de trabajar de lo que me gustaba. Escribo desde los 13 años. Entré a trabajar a "Diario Tribuna" de Olavarría. Es un diario que desapareció. Fui corresponsal de la sección deportes. Comencé alentado por Julio Schwindt, en Laprida. Él era arquero de primera división. Mientras él jugaba, yo tomaba apuntes hasta que un día pedí hacer el comentario yo y me animó a seguir. Después él cubría su partido y yo la otra cancha. Después trabajé en "El Popular", también de Olavarría, en corresponsalía. Empecé a hacer de todo. Me vinculé con la comisaría, mi papá era policía, entonces todo fue más fácil. Fui fotógrafo de policía. Era como mi casa, iba a cebar mates a cualquier hora. Tengo una experiencia muy linda ahí. Todo lo que viví me fue haciendo más sociable, más humano."

Trabajando en Radio Olavarría durante la inundación: Tres días sin dormir, dos y medio durmiendo.

"Durante el tiempo de la inundación, comencé a laburar en "Radio Olavarría", como corresponsal desde Laprida. Olavarría se inunda durante el '85, y la ciudad quedó partida en dos. Justo varios de los periodistas de la radio estaban del otro lado, por lo que, no podían ir personalmente a la emisora. Me ofrecí, si me necesitaban para ir a trabajar, y el director me dijo que sí. Llegué un viernes a la madrugada y nos fueron a buscar los bomberos en lancha a la terminal. Estuve todo el viernes, sábado y domingo en la radio trabajando, sin dormir. El ojo como el dos de oro. Para el lunes había bajado el agua y varios periodistas estaban apareciendo. El director me ofreció quedarme, pero veía más importante mi trabajo en Laprida como corresponsal. En todos esos días no dormí hasta que llegué de regreso a Laprida. Comenzó mi sueño el lunes a la noche, siguió durante el martes, y, como el miércoles todavía no me despertaba mi abuela llamo al médico, quien me revisó (todavía dormido). Le dijo a mi abuela que, si no me despertaba para la tarde, lo llamara."

Llegada a Benito Juárez y primeros pasos en el medio local.

"En el año 85 (creo que fue), aparecí por Juárez en el "Barrio Primavera". Los abuelos Carrizo (Carlos y Teresa) vinieron a vivir acá, y de vez en cuando venía a visitarlos. El abuelo quería que yo venga a trabajar en el diario "El Fénix". Habló repetidamente con el director, pero no había ninguna vacante -él se lo perdió (risas)-. Finalmente, el 1ero de enero del 95, al quedarme sin familia en Laprida, vine a pasar las fiestas, y me quedé acá. Me ofrecieron trabajo en "Fm Poder". A los pocos meses hice un programa en beneficio del "Hogar Belén": La idea fue arrancar un sábado a las 8 de la mañana, hasta el domingo a las 20. Se podía llevar dinero, alimentos, ropa, lo que quisieran para colaborar. Terminamos el lunes a las 3 de la mañana. Ese programa me marcó como persona y juarense, porque conocí a María Alzugaray, una hermana de la vida, que tengo hasta el día de hoy."

"Me fui en 2001 a Laprida. Convocado por Néstor Larrea para su radio ADN, volví en 2014, finalmente eché raíces en la ciudad. Y hace dos años entré al "El Fénix", recomendado por Claudia, en septiembre de 2019. Tuve una entrevista con Hugo Beain, en la cerealera. Lo conocía de lejos nomás. En la entrevista me pregunta algunas cosas acerca de lo que podía llegar a hacer, pero él sabía más de lo que me comentaba acerca de mi trabajo. Y ahí comencé y sigo hasta el día de hoy. Trabajo actualmente en la radio "Ore Tape". Me habían invitado a trabajar, pero no acepté estar en la mañana, porque era competir con Néstor Larrea. Tres meses después, él fallece, y decidí acercarme a esta emisora."

Relaciones amorosas e hijos: separaciones, elecciones y cambios de ciudad.

"Yo conocí, trabajando en el "Hogar Belén" a la mamá de mis dos hijos, Sara. Me casé en el '97, en el 2000 nació mi primera hija, Estefanía. Mateo vendría en el 2003. En el 2007, me separé con Sara y, de común acuerdo, ella se llevó a Lobos (su ciudad natal) a nuestros dos hijos. Iba seguido a visitarlos. Al tiempo hago pareja en Bolívar y tuve otra hija llamada Mia."

"Hace 8 años me llamaron de Bolívar, para contarme que la mamá de Estefanía y Mateo, los había abandonado a los dos. Inmediatamente me fui para Lobos, y mi hija Estefanía no estaba por ningún lado. Mateo estaba con su abuelo, me pidieron hacerse cargo de él. Tuve muchos problemas para encontrar a Estefanía, quien en ese momento estaba con otro matrimonio, la habían encontraron sola y entonces decidieron llevársela. Una vez encontrada, decido llevármela para Bolívar, a vivir con mi pareja y Mia. Lamentablemente no pudo ser así y eso hizo que me fuera con Estefanía a Laprida. Mia tenía a su madre, y otros parientes. Estefanía había quedado sola, yo era lo único que tenía."

"Actualmente mi relación con Mateo es muy distante. Él sigue viviendo en Lobos. No nos estamos viendo. Y con Mia, también bien. La relación con ella siempre fue distinta. Es muy tímida. Al principio, muy vergonzosa, no le sacabas una palabra por teléfono. Personalmente es distinta. Hablo con la madre, tengo buena relación."

Un tema de estatura.

"Vivimos en un mundo muy injusto, con gente experimentada, sabelotodo, "aplica todo, pero "cumple nada". Cuando hablamos de inclusión, no incluimos. Leo mucho y escucho, pero en la práctica eso no se ve. Nos preocupamos mucho por el lenguaje inclusivo, pero "les chiques" no están en la práctica. No lo incluyo a uno porque es gordo, el otro porque es morocho, a otro por sus gustos. Yo he sido discriminado, pero no guardo rencor con nadie. De hecho, les agradezco, porque justamente la discriminación me sirvió como guía, de que es lo que no hay que hacer. Suelo presentarme cuando conozco a alguien nuevo como Cantero, el más chico. Queda a criterio del otro si soy el hijo menor, o me refiero a mi altura (risas)."

"Les conté que fui bombero en Laprida. Pero antes de entrar había una gran disputa en el cuartel que debatió mi inclusión dentro del cuerpo. El tema a resolver: ¿cómo vamos a dejar entrar a José, siendo tan petiso? Finalmente, el tema fue a votación, porque el jefe (Alfredo Jesús Méndez, recientemente fallecido) no veía impedimento en mi baja estatura. Uno solo se opuso a mi entrada. El resto de los oficiales me aceptaron dentro del cuerpo. Al primero que le tuve que demostrar que yo servía, fue al oficial que se oponía. Y llegó mi oportunidad. Hubo un accidente en la ruta: volcó una rural Falcón. Tenía una de las puertas rotas, y no se podía ingresar. Había un espacio pequeño y yo era el único que podía pasar por ahí. Finalmente se trabajó a partir de la información que di. Eso me demuestra que todos podemos hacer."

"El profesor de Educación Física Carlos Escobar, era de incluirme si jugábamos a varios deportes. Y una vez me tocó definir un partido de básquet, el cuál ganamos. Él se acercó a mí y me dijo... ¿Viste que todos servimos para algo?, y vos servís para básquet, porque a los que tienen estatura les cuesta sacarte la pelota. Es tu mentalidad la que dice que no servís."

"La discriminación muchas veces pasa por prestarle atención a algo que debería ser normal a partir de la inclusión. Las miradas raras y de lástima, por más que haya buena intención, terminan hiriendo e incomodando. Si se tomara todo como normal, sería mucho más fácil para la gente. No estamos acostumbrados a mirar a la persona, sino que tenemos una mirada más exterior"

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Fotos: Claudia Cobeaga D'Anunzio