Por Fernando Bianchi

Los cortes no son programados. Y el desabastecimiento, generalizado, afecta tanto el casco urbano como los barrios periféricos.

Zona plaza Pologna: "No es ahora en enero. Hace tres semanas que mi novia y yo nos estamos yendo a bañar a lo de mis padres porque a la noche no tenemos agua. Cada vez hay que perforar más profundo para encontrarla, pero yo apunto a la falta de inversión."

Parque Muñoz: "Fue un 31 de diciembre cuando nos quedamos sin agua. Desde entonces, hasta hoy, no ha vuelto a subir. No sale por la ducha, entonces llenamos baldes. Mamá en cama, diabética y un poco senil, hace unas cuantas noches llegué y se había hecho caca, caca en las manos, caca en la cara. Imagínate. Te lo cuento así porque si te pasa te quieres morir. Eso fue allá en el barrio, calle de tierra. Nunca faltó así. Y acá, en el barrio del hospital que es donde yo vivo, también se me corta. Yo me enfermé de bronca cuando el 2 de enero, después que nos pasa aquello en casa de mamá el 31, me llegó acá un aviso de corte. Me parece bien que hayan puesto un aumento a las personas que abusan, si llenas la Pelopincho dos veces al mes o tres, te pueden llegar diez mil pesos más de agua. Pero mira lo de mi mamá, nosotros siempre pagamos, y al día de hoy pasó un mes y la seguimos bañando con un balde."

Calle Moreno: "Se va. Viene y se vuelve a ir. Creo que agua corriente, gas natural, cloacas y desagües pluviales se hicieron por última vez en la década del 70', con Juan Pedro Salenave. Se han ampliado los barrios pero no la red de agua.

En las redes sociales como Facebook, las publicaciones y comentarios subidas de tono se ramificaron en ironías, insultos, y múltiples versiones producto de la falta de información. Sin embargo a la fecha, en la página del municipio, no se ha informado acerca del motivo ni emitido comunicado de prensa.