Es bien sabido que la tarea periodística siempre genera "nerviosismo". De autoridades y de lectores, oyentes y/o televidentes. No hay que olvidar que nuestra tarea es ser "la voz" de los que no tienen acceso a los medios y a las preguntas directas. Si el periodista cumple su tarea de manera eficiente y respetuosa, la devolución del entrevistado debe ser "respondiendo" o "evitando" pero siempre con respeto. Preguntar sobre "lo que dice la calle", generalmente es odioso para el entrevistado. Eso, por un lado.

Por otro, veamos que el tema que enojó al Presidente no es sobre "un chisme" sino sobre la realidad misma. Sobre hechos que se dan a diario y que muchos atribuyen a decisiones tomadas, de manera acertada o no, relacionadas con el contexto de pandemia que vivimos. Puede ser así o no, pero alguien debe hacerse cargo de las fallas que tiene el sistema de seguridad en todo el país.

Al ser un tema generalizado en el país, el Presidente es quien tiene potestad para decidir los pasos a tomar para revertir la situación. No está mal que se le pregunte a él.

Tema de discusión

La discusión se inició cuando el conductor Facundo Pastor consultó al mandatario si "socialmente, ¿se imagina un fin de año tranquilo?", a lo que Fernández respondió: "Yo trabajaré para que todos estén lo más cercano a la tranquilidad, saben los sectores más postergados que hoy son mi prioridad y seguiré trabajando para que todos la pasemos lo mejor que podamos".

Javier Díaz, preguntó por el tema de la inseguridad: "Le quiero preguntar por el tema de la inseguridad, porque usted ha planteado que hay diferencias entre los más vulnerables y los ricos; yo disiento en eso, porque todos son vulnerables a la inseguridad. Lo que quiero preguntarle es respecto de si hay una sensación de que se va por caminos diferentes, inclusive en el tema de la imputabilidad".

La clave del enojo

"¿Usted tiene pensado volver a hablar de la baja de la edad de imputabilidad, teniendo en cuenta que muchos de los delitos más graves que se están cometiendo son de adolescentes, sobre todo sensaciones como en el sur donde todavía hay usurpaciones, y amenazan a la policía? Quiero saber su opinión", preguntó Díaz.

Sin embargo, la contestación del presidente generó sorpresa hasta en el propio periodista: "Yo, sobre sus sensaciones lo único que le puedo recomendar es que hable con un psicólogo, eso me excede a mí".

Javier Díaz señaló: "Más allá de que yo pueda hablar con un psicólogo, los que tienen que dar seguridad es el Estado. Si tengo una sensación de que tengo miedo, es porque tengo miedo presidente, digo porque usted me manda a hablar con el psicólogo".

Fernández continuó: "No se moleste conmigo. Yo me limité a hablar de su concepto, sobre sus sensaciones no puedo hacer nada, son sensaciones suyas".

El Presidente luego agregó: "Yo nunca dije que los ricos no tengan problemas de seguridad, dije que debemos desarrollar un plan para prevenir el delito en la calle, porque la calle es usada por los sectores más vulnerables, medios y bajos, eso tiene que ver con que están más expuestos. No es lo mismo salir del garage de mi casa con un auto, llegar a una oficina, a otro garage, subir en el ascensor y listo".

Díaz insistió: "Pero en el camino te asaltan a mano armada, lo vemos acá todos los días".

"Eso pasa, no lo voy a negar", contestó el presidente, quien agregó: "Lo que voy a decir es que debemos potenciar las líneas preventivas en la calle donde más suceden los delitos y muchas veces son los sectores que necesitan estar en la calle para poder movilizarse, para trabajar, los que están más perjudicados. Ahí no creo que tengamos mucha distorsión en la mirada, hemos destinado fondos para más cámaras de seguridad y para que las fuerzas estén mejor equipadas".

Minutos de tensión evitables

Pequeños detalles que nos demuestran que "las sensaciones" de las que habló Javier Díaz son las que generan "nerviosismo" a los hombres del Estado y repercuten en las respuestas que debería dar el Presidente.

Si se considera que se está haciendo todo bien y que los hechos que vemos a diario (en gran cantidad) "se consideran casos aislados", no sería preocupante. Lo lamentable es que los hechos de inseguridad son moneda corriente y la delincuencia cada día actúa con mayor frialdad y violencia, sin respetar uniformes, situación social o edad.

Las sensaciones mencionadas por el periodista son la realidad que nos muestran los medios a lo largo y ancho del país. Son tema de debate, de asombro y de preocupación en cada hogar habitado por personas de bien.