Un oficialismo a nivel provincial y nacional que, desde hace dos años, viene organizando sus excusas y parece no dar puntada sin hilo. Todo tan bien ideado ayudado por una situación de pandemia que le permite trasladar culpas a una gestión que no fue buena, pero que terminó hace 2 años y que la incapacidad de gestión actual no ha logrado cambiar. Solo se interesa en culpar al gobierno anterior y ocultar o negar su falta de reacción.

En Provincia se muestran grandes números para anunciar inversiones y en los pueblos se prometen soluciones que, en la mayoría de los casos debieron llegar hace 6 o 7 años. Este oficialismo de hoy dejó obras inconclusas en su gestión pasada, que por una política errónea o también por falta de capacidad de gestión, no terminó Juntos por el Cambio desde provincia o nación y la gestión local no se preocupó para lograrlo porque ya sabía a quién responsabilizar y eso sumaría votos para la elección de medio término de 2021.

Nada hay librado al azar. Como El Chapulín Colorado todos sus pasos están "fríamente calculados" y rara vez falla. El enojo de las mayorías que se observa en la calle, en las redes sociales y en las charlas de matera, pierde fuerza a la hora de "ensobrar el voto". Para ese momento, seguramente, ya estaremos nuevamente reconquistados por los mismos incapaces que logran convencernos con "importantes promesas".

Tranquilo pueblo. Ellos no tienen nada que ver con el problema. Ellos serán los que aportarán la solución que estamos necesitando.

Habrá recambio en los legislativos

En las elecciones de medio término elegimos legisladores. Salvo que un funcionario abandone su oficina y se convierta en legislador, se puede dar el cambio en algún ministerio o secretaría. De lo contrario, el mismo ineficiente seguirá calentando su sillón.

Es un problema por donde se lo mire porque, también a raíz de la pandemia, los partidos políticos llevan casi dos años "de veda" y han permanecido sin actividad, sin militancia a full y sin la posibilidad de que "poco o mucho" se recorran los pueblos para "identificar problemas", tentar a nuevos militantes, formar nuevos dirigentes y hallar renovadas propuestas para los problemas que hace largo tiempo se ocultan bajo la alfombra.

En estos dos años que ya se cumplen, casi que la actividad de los partidos políticos no ha tenido diferencia con otros tiempos, por lo tanto, si en tiempos normales no salían, en estos dos años menos, pero tranquilos... esta vez la culpa es de la pandemia.

Este "fenómeno" afectó por igual a los partidos políticos. Y no vamos a discutir aquí sobre el tema, solo vamos a pedir paciencia y eso será demostrado en las próximas boletas cuando veamos los candidatos. No habrá grandes sorpresas, salvo que le cambiemos el nombre a las desilusiones. Varios de los que hace dos años salieron a acompañar a los candidatos saldrán nuevamente con el cuento de que quieren "otra oportunidad legislativa" porque le quedaron cosas sin hacer.

Es verdad. Algunos no las hicieron porque no tienen ideas propias. Son los escribanos de una gestión oficialista atada al pensamiento del mandamás. "Si las ideas suben", ellos "las bajan con formato de ordenanza", pero no se agotaron pensándolas. Lo bueno que, por ser así, tan buenos representantes y defensores, la lealtad que esgrimen les permite asegurarse un lugar preponderante en la próxima lista.

Por el lado de la oposición no es mejor. Solo que, a raíz de algunos cambios surgidos en la UCR, en otros cambios que se palpan en locales partidarios de otras fuerzas, más el renacimiento de algunos sectores que vuelven, puede ofrecerse una serie de nombres que, si nos agarran distraídos pueden hacernos creer que son hombres y mujeres "nuevos".

No habrá sometimiento local a ideas que vengan de afuera

Ya se ha vivido el caso de que "los candidatos" sean puestos "a dedo" desde lejanos lugares. Acá solo se obedeció. Esta vez "no les sería tan sencillo" imponer. Eso no pasaría ni en el oficialismo ni en la oposición.

Dicen que Massa intentaría "colar" en las listas de concejales, legisladores seccionales y provinciales "gente de su confianza". No obstante, esas mismas personas, no serían de confianza para "el líder". Para ser más preciso, sería muy difícil ver a un referente massista, como Juan Manuel Pérez, integrando la lista oficialista y con posibilidades de llegar al deliberativo.

El marinismo en ese caso tiene lealtad asegurada: Matías Iribecampos y Marianela Zequeira estarían ya con lugar asegurado en la lista. No se sabe aún si el primero sería candidato testimonial. No es necesario ser concejal para ser secretario del deliberativo. Solo se necesita ser leal "al César" y en ese sentido, los dos nombrados lo aseguran. Si Iribecampos primero en la lista, suma más que el cuarto o quinto, se lo ubica ahí y después sigue como Secretario "con la excusa que le faltaron terminar de redactar algunas actas de las sesiones pasadas". Todo vale.

¿En la oposición qué?

En Juntos por el Cambio es todo más confuso. Para colmo se amplió el espacio. La UCR quiere más protagonismo. El PRO pierde una figura a nivel local: la actual concejal Paz Bilbao, no respondió a nuestra consulta, pero hoy no sería candidata. Según versiones estaría desmotivada y desilusionada.

Por otro lado, se sumaría el MID, que reaparecerá luego de largo tiempo "en el freezer" y la Coalición Cívica seguiría dentro de Juntos.

Lo cierto que dar nombres de los candidatos de los partidos que hoy representan a Juntos por el Cambio no es tarea sencilla. Habrá que esperar.

También habrá que esperar qué hace finalmente el pueblo que hoy mayoritariamente está enojado con el oficialismo "en varios frentes": Por cómo maneja el oficialismo la pandemia, por lo poco y nada que hace en defensa de la economía local, por su falta de sensibilidad para resolver los problemas habitacionales en la ciudad y tras de eso, también se le culpa y enoja a la gente, su intromisión en otros ámbitos donde debería existir independencia de poderes.

Una vez resuelto "todo esto", ya tendremos más claro el panorama.

jcantero@elfenixdigital.com