Karina cuenta que es auxiliar "hace 12 años y mi trabajo comenzó en el Centro Educativo Complementario 801 en el 2011. Recuerdo que mi primer día fue el 24 de mayo".

- ¿Durante el tiempo que permanecen en el establecimiento cuáles son las tareas a realizar?

Mi tarea es hacer la leche, lavar las tazas, controlar que el baño esté en orden, la limpieza de la dirección y la sala de tres. La limpieza de dicha sala es mi responsabilidad. Este es mi trabajo diario, desde las 12 que entro hasta las 6 de la tarde que me voy.

- Cómo es la relación con los pequeños y pequeñas? (Conozco a Karina y sé que tiene mucho amor, por eso la pregunta)

Como auxiliar del Jardín 906, este jardín tiene mucha historia en mi vida porque mi hijo Fabricio fue a este jardín desde salita de 3 hasta sala de 5. Conocí muchos papás. Hoy, dicho sea de paso, una de las auxiliares que está a la tarde, Roxana Figueredo, es mamá y sus Mellis fueron compañeritos de Fabricio y hoy somos compañeras de trabajo nosotras en este jardín.

Entonces, el Jardín tiene historia en nuestras vidas. Todas nos llevamos bien con los pares, con las otras auxiliares, con Mirta, con Sandra, con Anabela, que están en la mañana y Rosana que está en la tarde conmigo, me llevo bien, con los docentes también. Y los pequeños son, una marca especial cada uno. Año a año lo vemos no son todos iguales, pero siempre tenés uno que una sonrisa, que un abrazo, para mí los brazos son reconfortantes totalmente.

Puedes tener un día muy malo o te pueden pasar cosas, pero cuando vos llegas a la reja de entrada, la vida se te transforma totalmente. En lo personal, ahí queda todo lo que me pasa afuera. Las 6 horas que estoy, las disfruto mucho, cada nene, cada abrazo, cada beso, todo. Esos abrazos sinceros con baba, no importa, ellos te dan esa paz interior que más de uno necesita, por cosas que suceden durante el día. Es maravilloso. Este jardín es mi casa.

Cuando he pasado momentos lindos o dolorosos, siempre ha estado todo el equipo, desde la dirección, hasta gabinete, mis compañeras, docentes, todo el grupo que hay, realmente es humano. Ellos conocen cuando uno está bien, cuando no, preguntan, eso está bueno, uno se siente muy respaldado.

- Qué diferencia hallas entre tus primeros días de trabajo como Auxiliar y los actuales?

En el Centro Complementario, era todo nuevo, era ansiedad, era miedo, porque no sabía si hacía las cosas bien o mal. Tuve buen recibimiento, excelentes compañeras, en especial Marisa Rodríguez, siempre estuvo conmigo. Desgraciadamente no está.

Me emociono porque Marisa fue mi hermana del corazón. Fue muy lindo el recorrido ese. También auxiliares como directivos, siempre apoyándote, buena predisposición. Soy colaboradora, siempre lo fui. En el CEC, en la Escuela 19 y ahora, en el Jardín 906.

Sentirte respaldada por el equipo es muy lindo. Trabajas con tranquilidad y lo haces para el otro, porque yo si no fuera por ellos que andan corriendo, yo no estaría trabajando.

En ese caso del CEC estuve como ayudante de cocina. Era cocinar para ellos, y por qué no cuando había alguna ocasión especial hacer algo diferente. Siempre apoyados desde Consejo, obviamente.

Pero bueno, también esos besos, esos abrazos. Hoy en día me cruzo con ellos y te conocen, saludan, preguntan ¿cómo estás? Eso es reconfortante. Es señal que entraste al corazón de ellos y que no se van a olvidar de vos. Uno está para cuando ellos están tristes, o cuando dan un paso y les cuesta, y por ahí se abren con vos, y poder ayudarlos está bueno. Conocer la familia, su vida, el sacrificio de los padres.

De la escuela 19 me fui en el 2015. Ahí ya pasé a ser titular. Iba todos los días a las 10 de la mañana a dedo y volvía a las 19. Fue adrenalina pura porque era probarme yo misma. Llegar al cruce de Barker y avisar a mi familia, llegué bien. Espero que me lleven hasta el pueblo.

Pasé muchos nervios en los viajes. Gracias a Dios, siempre fui respetada, siempre me llevaron. Cuando veía que no podía llegar me iban a buscar mi esposo, mi hijo o mi hija con mi nieta, siempre tuve el apoyo de mi familia para lograr estos cambios y para la escuela 19, sólo palabras de agradecimiento. El valor humano muy bueno, el respeto, el gracias, el hasta luego, hola, permiso, por favor, valores que nos marcaron a nosotros, a nuestros padres, que seguían intactos, eso es lo que más valoro de la escuela 19.

El equipo de directivo, docente, excelente también, no tengo nada que decir de ninguno, sólo palabras de agradecimiento, la verdad que muy linda experiencia que sigo disfrutando, hoy ya más grande, tal vez con un poco más de experiencia, estoy muy contenta con lo que hago.

- En qué horarios trabajas?

De 12 a 18. Cuando ingreso limpio mi sala de turno mañana y ordeno la dirección para cuando vaya el directivo a las 12,50. Después estar en la puerta. Estamos en periodo de adaptación, se llama sala de 2, así que un día va mi compañera Roxana, otro día voy yo.

Recibimos los nenes de 2, los entregamos a la maestra, que también está ahí. Esperar que lleguen de CEC, de guardería. Cerramos la puerta, preparamos la leche, repartimos las tazas, el pan, mermeladas, a las 14 ya comienzan a merendar y a las 15 más o menos termina todo eso. Lavamos y empezamos a repasar vidrios, procurar que el baño esté en orden. También acostumbramos a que el baño esté en orden, porque viene otro compañero y lo usa, así que bueno después deambulamos. Si una maestra usa un fuentón con témperas, lo lavamos, si la maestra necesita agua le llevamos agua.

También somos partícipes cuando hacen actos y tenemos la posibilidad de actuar junto con los chicos. Nos gusta, a mí me gusta mucho participar, me gusta colaborar y la verdad que me siento muy bien.

- En tu tiempo como auxiliar quiza hayas experimentado algo especial...

Me marcó mucho la pandemia porque era salir afuera de mi casa, que lo tengo a dos cuadras del jardín, y ver el jardín cerrado. Eso dolió mucho. Extrañaba las risas, abrazos, todo. Está bien, estábamos cuidándonos. Yo necesitaba esas caricias, abrazos. El día que me dijeron que podía reincorporarme, que fue 8 de agosto, fue el día más feliz de mi vida.

Parecía chico con zapatos nuevos. Se me hacía re lejos el jardín. Entré y respiré hondo, dije: volví. Eso fue maravilloso, el poder volver, el que la pandemia terminara. También nos dejó la enseñanza de valorar cosas que no veíamos. En mi caso, valoro mucho más ahora que antes. La pandemia nos hizo reaccionar en muchas cosas.

- Querés agregar algo?

Agradecer al diario por esta nota de reconocimiento para los auxiliares y elegirme; a la Sra. Directora Jesica Rodríguez por permitirme hacer la nota y a vos por tu tiempo. Gracias a todos.

jcantero@elfenixdigital.com