Lejos de dejarse llevar solo por su simpatía y humor, sumada a la reciente visita a Juárez, quien escribe guarda entre sus tesoros escritos un poco de la historia de este hombre que últimamente decidió transitar los caminos de la política, siendo lo suyo alejado de la ambición, pero bien cerca de la vocación y de la pasión, por tratar de sumar en aquello que se debe hacer bien y para servirle al prójimo.

Ricardo Daniel "Gato" Peters (68 años) vivía desde hace 38 años en la ciudad de Las Flores, a 187 kilómetros de la Capital Federal. Nació en Carhué, en un hogar de humildes chacareros. Humorista y médico veterinario. Desde aquellos días nadie le regaló nada para que logre su objetivo, se bancó sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata vendiendo café en el Hipódromo y trabajando de mozo.

Sus primeros pasos "como artista de humor" comenzaron en las peñas de los centros de estudiantes y en las fiestas universitarias. Fue allá por la década del 70-80.

Desde siempre tuvo presente que si lograba algo debía ser el resultado de su talento, calidad humana y "poca prensa" porque no estaba cerca de los medios en forma permanente, sino que llegó a su debut en Canal 13 con Badía en 1987.

Su padrino artístico fue Fernando Bravo y bajo su acompañamiento se presentó en La Noche del Domingo con Gerardo Sofovich, destacándose durante 7 temporadas. Se convirtió en uno de los espectáculos de "La Noche..." más esperados. Solo la TV era su presentación artística para llegar a otros lugares. Poco a poco lo fue logrando.

29 discos y tres libros editados: "El primo del campo", "Parece mentira", con prólogo de Luis Landriscina, y "Campechano", son una demostración de su talento, que nos quedarán para escuchar, leer y recordarlo.

También existen algunos cortometrajes de sus monólogos, que con mucho trabajo previo preparaba y que, seguramente en los lugares de visita integrantes de su público le entregaban a modo de historias. Lo que al cabo de su presentación artística hacía que la gente se llevara en su recuerdo ricos relatos de la vida real, presentados con excelente lenguaje y calidad de humor.

Dicen por ahí que los viajantes, que recorren cientos de kilómetros y los veterinarios, mientras andan trabajando van logrando ricas historias lo que luego pueden utilizar conforme a sus propósitos.

Muchos tienen la imagen del Gato Peters como un ocurrente humorista, simpático y bonachón, que nos hacía reír para pasar un buen momento, siendo esa una de las tantas facetas de Ricardo Peters.

El miércoles 13 estuvo en nuestra ciudad y allí pudimos comprobar "que no todo era humor". Con seriedad, respeto y claridad supo expresar sus pensamientos y critica sin pelos en la lengua.

"En vez de cambiar el mundo, trato de cambiar el pedacito de lugar que me rodea"

Frase que es de su autoría, como aquella en la que se definió como defensor de la vida rural y de la gesta de los pueblos chicos. Señalándose como "un narrador de costumbres con humor". Y tal como se ha dicho más de una vez: un estudioso empedernido para realizar con éxito cada trabajo. "Escribo dos o tres horas por día. Soy muy estudioso del decir en la lengua española", aseguró. Un dato que sirve como ejemplo, es que su espectáculo sobre los apellidos le llevó 3 años de investigación literaria.

Fue un ser comprometido con la ruralidad, con su gente, haciendo lo que estuviera a su alcance para sumar un grano de arena para un mundo más justo, al menos "al pedacito de mundo que lo rodeaba".

Fue director de la Escuela Agraria de Las Flores, tarea que desempeñó durante 7 años, convirtiéndose luego en inspector de las escuelas agrarias de la provincia de Buenos Aires. Ganándose el reconocimiento que lo ubicó como director provincial de las Escuelas Agrarias.

Seguramente que por aquellos tiempos fue que expresó: "Cuando me iba mal en el humor pensaba que no importaba porque yo era educador. Y cuando me iba mal en la educación, pensaba que tampoco importaba porque yo era humorista", desdramatizando las situaciones y los tiempos.

Allí en su ciudad adoptiva creó un hogar comunitario de ancianos y logró impulsar el Festival Las Flores Canta, lo que logró con el acompañamiento de su esposa. Esa misma mujer que en más de una oportunidad, en los pueblos que visitó mencionó con orgullo -sin sentirse ejemplo de humildad ni de persona de bien-. "Llevo 38 años con la misma mujer y 40 años con el mismo guitarrista, el marplatense Carlos 'Charly' Martínez", el mismo que lo acompañó con su guitarra el miércoles pasado.

Suele pasar a los humanos en general y a los medios en particular, que difícilmente nos ocupemos de resaltar las bondades de una persona pública, por reconocerlo así y nos encontramos con un desenlace fatal e inesperado como este y no nos alcanzan los espacios para dejar el merecido reconocimiento a una persona que fue mucho más que un profesional, artista, humorista y vecino reconocido en cada lugar que visitaba periódicamente.

Ricardo "Gato" Peters, ya en su morada eterna compartiendo, seguramente con el Creador uno de sus grandes trabajos como "La gracia de los apellidos" o tantos dichos sin dueño reunidos en sus giras. Hasta siempre maestro, fue un placer haberlo disfrutado desde sus apariciones con Sofovich hasta su despedida en el Comité Radical de Juárez.

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