¿Qué pasa cuando quienes predican empatía y energía positiva no aplican eso en la práctica?

Días atrás me sucedió algo curioso que me hizo reflexionar y, como pueden ver, me llevó a escribir esto.

Aquí en el Reino Unido, para ejercer como terapeuta holística, se requiere estar inscripta en una asociación que respalde la práctica y también contar con un seguro para cubrir a los clientes en caso de algún reclamo o accidente.

He aquí que decidí consultar a una terapeuta local, muy amable ella, que tiene un local propio y que, además de ofrecer terapias alternativas, se dedica a difundir los beneficios de la Ley de Atracción.

Le envié un mensaje -también muy cordial- explicándole mi situación actual y preguntándole si podía sugerirme alguna asociación, ya que entiendo que existen varias y eso me tenía un tanto confundida a la hora de elegir una.

Pasaron los días y no recibí respuesta. Decidí chequear y vi que había leído el mensaje, pero, evidentemente, decidió no responder.

Si bien desconozco sus motivos reales, obviamente, esto me llevó a reflexionar lo siguiente:

Primeramente, si una persona "encantadora y amable" que trabaja con energía de Luz reacciona de esta forma -o, mejor dicho, no reacciona en absoluto-, ¿sugiere acaso que me vio como una competencia en lugar de mostrarse como una referente? Porque así fue como yo la consideré al momento de consultarla.

Segundo, ¿qué tan alineada puede estar una persona que se dedica a practicar terapias de sanación energética si, ante la mínima señal de "peligro, nuevo competidor a la vista", actúa de esa manera?

Si la situación hubiese sido al revés, y alguien me consultara a mí sobre lo mismo, aunque no tuviera la respuesta perfecta, le hubiese respondido amablemente, mencionándole que tal vez no fuera la persona más indicada para responder su pregunta, pero que podía consultar en los siguientes enlaces. Y le habría compartido los enlaces pertinentes según su necesidad.

¿Acaso no hubiese sido mejor así? La persona se quedaba conforme e incluso agradecida por haberme tomado el tiempo de responderle y, lo más importante, me recomendaría a otras personas como terapeuta, ya que, en definitiva, lo que ella hace no es exactamente lo que yo quiero hacer.

¡Imagínense si los grandes de la historia hubieran ocultado sus pensamientos y descubrimientos y no los hubieran compartido con el mundo solo por miedo a ser copiados o a tener competidores en su área!

"El hábito no hace al monje", reza un proverbio. Y así es.

En cuanto a esto, recuerdo el comentario que una profesora de yoga hizo una vez: "Me pongo el traje de yogui y hago mi clase", refiriéndose a que era un ser humano como todos y también se enojaba, e incluso podía llegar a gritar ante el tráfico atascado.

Hablando con una amiga terapeuta, me contó lo agresiva que se había vuelto la competencia en su sector. Me decía que no solo muchas personas no contaban con los conocimientos ni la preparación adecuada para tratar a un cliente, sino que, además, cobraban una tarifa muy elevada en relación con su nivel de formación. Y, ante el indicio de un posible competidor con conocimientos y certificaciones reales, lo atacaban de forma desleal para dejarlo mal parado frente al público.

No quiero extenderme demasiado con esto, pero una simple pregunta me llevó a replantearme quiénes son en verdad estas personas tan "amorosas" cuando están detrás del mostrador y tú vas con dinero a pagarles una sesión de sanación... y cómo cambian cuando les pedís algo, ¿gratis?

En resumen, un terapeuta holístico efectivo se caracteriza por su enfoque integral, su respeto por la individualidad, su base ética y su compromiso con la formación continua.

¿Te pasó algo parecido alguna vez?